domingo, 28 de septiembre de 2008

Esto es parte del aprendizaje


Llore amargamente, en soledad y deseperación sin molestar a nadie, en mi estúpido orgullo, encerrada en mi cuarto, mordiendo almohadas, a puertas cerradas. Llorando horas hasta sobrevenir la falta de aire y un dolor insoportable en el pecho y el estómago. Me retorcí en el suelo por la angustia, la impotencia contra las circuntancias adversas y ante la desolación del sufrimiento descomunal. Entonces me levanté y seguí adelante, porque la vida es un desafío, un aprendizaje y una prueba. lo que no te mata te fortalece. A veces es díficil comprender, pero entiendo que nos toca pasar por situaciones difíciles para fortalecernos y templarnos en el dolor, y si nuestro sufrimiento lo vale, entonces quizá sea para evitar que otros pasen por lo mismo o ser ayuda en actos o palabras de consuelo o solidaridad. A veces puedes ayudar y otras no, y en esos casos, por extraño que parezca cuando el dolor y la amargura te toquen, se trata en parte de una bendición, el fuego que acrisola tu alma y templa tu espíritu. Nadie sabe que puede suceder, pero sabrás que te preparaste bien para la tarea y cuando llegue el momento lo sabrás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu texto me recuerda a que cuando somos chicos lloramos para que se den cuenta que algo nos molesto, y nos acostamos esperando que mamá venga, y esperamos y esperamos que venga y a veces no llega. En cambio cuando crecemos y lloramos solas en la habitacion rezamos para que no entre nadie y nos vea llorar.

Agostina dijo...

Gracias por tu comentario linda! Pero sabe siempre que cualquiera que tenga un poco de pasión puede escribir así o muchísimo mejor.
Está muy bueno tu blog, escribis con pasión y lo complementas con fotos que transmiten.
Un abrazo Loli.