domingo, 28 de diciembre de 2008

Desconocidos


Podrían ser éstas las lágrimas más tristes y ésta mi noche más oscura. Podría callarse el viento y quedar sorda que ya no me importaría. No queda ni una sola esperanza de estar a tu lado y veo que las hojas del calendario, aunque en el suelo, ya no restan nada mas que sueños que pudieron ser y no fueron. Podría pasarme toda la vida lamentámdome de mi mala suerte y sólo conseguir hundirme más en mi soledad. Dejaría de escribir estos gritos de desesperación si no fuera por que me mantienen viva en mi dolor. Vivo en una botella de cristal que alguien tiró al mar imaginando que caería en buenas manos. Las palabras se pierden entre las rendijas de la ventana. Procuro mantener tu cálida mirada en mi memoria pero sé que terminará dañándose como una vieja fotografía. Y decirte adiós para siempre es más difícil que dejar morir poco a poco las ilusiones... aunque sabes que se terminarán marchitando nuestros sentimientos y este amor se volverá frío y seremos de nuevo dos desconocidos que navegan por el mundo, dos desconocidos que un día se dijeron " te amo". Permaneceré quieta junto a la vela hasta que la mecha se termine de quemar, mi lágrima romperá este maldito silencio que tanto me asusta y aunque tus brazos no estén aquí, ten por seguro amor mío, que durante un instante, estaremos mas unidos que nunca. Podría morir esta noche porque me siento tan amada que viviría para siempre...

Por siempre


Esa noche que cruzamos la calle que por cierto era interminable, esa mirada que en su defecto no expresaba nada.. solo ojos locos que buscaban ponerle fin a todo esto. Me pediste que hablara y de mi boca no salio ni una sola palabra, mis ojos decían lo contrario, mi cuerpo pedía a gritos mi silencio, mis sentimientos querían retener esas palabras por que era una decisión, pero no lo que realmente quería y necesitaba. Tu distante, nervioso, parecías molesto; yo inquieta, incomoda, triste y a la vez distante pero tan cerca, decidí hablar y decirte todo lo que pensaba. En ese momento toda la gente que pasaba a nuestro alrededor se volvieron invisibles a mis ojos y oídos, tu eras el dueño de ese instante en el que decidimos no seguir adelante, la oscuridad de tu mirada apago las estrellas que brillaban a nuestro alrededor y ahora nadie es testigo de lo que dijimos.. solo tu y yo sabemos que ese dia fue y seguirá siendo algo que nos marco para siempre y que dejo huellas, ese lugar que tu supiste ganar y que además fuiste desmoronando con el paso de los días, tu mismo sellaste el final de esta relación pero algo quedo en el aire que rondaba por nuestros cuerpos.. una brisa que suavizaba nuestras almas, una sonrisa regalada en el momento justo, un abrazo y un hasta pronto; llámame tu tienes mi telefono, y tu también tienes el mío. Al otro día, hice lo posible para no marcar tu número y al sentir el teléfono sonar, dentro mío sentí que el alma había vuelto al cuerpo. Y al escuchar tu voz, me di cuenta que nada había terminado para mi, que solo había creído que lo que horas antes te había dicho era la mejor opción pero me di cuenta que hasta que yo no te saque de mi vida y te aleje de ella tu seguirás estando por el resto de mis dias…

domingo, 21 de diciembre de 2008

El uno para el otro


Siempre nos pedimos hacer lo que nos gusta, es gracioso. Creo que desde que nos conocimos estuvimos tan atentos el uno del otro, que registramos todo lo que nos causaba alegría, placer, seguridad. Un profundo respeto por nuestros espacios y silencios, un acompañar tan leal, tierno y sincero ...Lo había leído en una tarjeta paseando hace cinco años por un shopping, entre otras cosas decía : " El noventa porciento del éxito está en compartir la vida con la persona adecuada." Tenía razón, entre los dos nos dimos fuerzas en concretar nuestros sueños, lo compartimos todo, y lo mejor es que nos acompañamos, crecimos juntos, nos cuidamos, lloramos nuestros dolores y nos alegramos infinitamente en cada escalón que subiamos, sin egoísmos ni falsos orgullos, sin competencias. El éxito de uno significaba el éxito del otro, nos tendimos la mano cada vez que caímos, y nos levantamos y dimos ánimos cuando los temores del fracaso nos acechaban. Por eso te amé, porque me diste alas. Por eso me amaste, porque te dejé volar. Y construimos un nido en el sur para el invierno y otro a orillas del mar, cuando el calor nos llama a emigrar. Va cayendo el sol, tiñendo los pinos de anaranjados oro y cielos rosas, se van durmiendo los lagos ...Pero los dos sabemos que ningún paisaje es tan bello y perfecto sino estamos juntos. Juntos somos la Felicidad. El noventa porciento del éxito fué encontrarnos.

Sera...


Seria el miedo el que cegó nuestras ilusiones? Seria el que dirán el que detuvo nuestros impulsos? Serian las experiencias las que nos impidieron dar un paso adelante? Seria el silencio del otro el que confundió nuestros pensamientos? Seria la falta de compromiso la que no dejo dar rienda suelta a nuestros deseos? Seria la inseguridad de nuestras palabras la que no nos dejo tomar decisiones? Seria el orgullo mutuo el que finalmente no dejo brotar nuestra profunda verdad? Tan solo quisiera saber quien fue el que apago nuestra llama de sentimientos, pero no apago nuestra llama de recuerdos...