Mi alma necesita terapia

Quizas sea mejor la distancia. Si, quizas el argumento con el que validaste tu adiós me ayude a sacarte por siempre de mi. Si, tal vez la vida, me sorprenda con un sol al final del camino; Quizas... No sobra un milimetro en ninguno de los hemisferios de mi cerebro para pensar una solución. No queda en mis dos ventriculos sangre que no arda furiosa, en simbolo a lo que me enseñaste, vivir. Yo siempre fui igual, no te sorprendas por esta declaración. Soy ella, la que amabas (o eso decías sentir) soy yo. Soy yo quien siente una estampida sobre su esqueleto al darse cuenta que estás con otra. Soy yo quien desenvainó la espada y te protegió con su escudo, si ese escudo invisible, tan fuerte por tu prescencia, que se desacía en llanto por tu ausencia... mi alma. Si soy yo, soy yo la que aún te ama, soy yo la que bebía sus lagrimas, la que se castigaba al dudar, soy yo quien esperaba todas las noches pacientemente a su amor. Soy yo, si esa a la que los papás por protección no dejarón salir cuando reclamabas mi prescencia a gritos audibles tan solo por mi. Si amor, soy yo la que pasaba más de la mitad del día prisionera del secundario al cual asistía. Si mi amor. No me podes ver? No podes sentir el amor que te dí? Acaso en esta vida no te deje nada de mi, si así fue me sentiría totalmente fracasada. Porque ya entonces no te podré devolver nada. Si ningún recuerdo te queda entonces habra sido inutil... habremos jugado al amor pensando en que nos amamos, pero en relidad solo fue una tormenta de besos. Mi amor, no se vos, pero yo te amo, hasta el dolor en los huesos, hasta el tormento del alma, hasta los recuerdos que no se porque aún hoy los considero realidad. Estoy totalmente adolorida, cansada y sinceramente por tu actitud también un poco asqueada. Acaso no viste en mi el rostro que yo si supe ver en vos? Yo vi en vos el rostro del hombre que amo. Por primera vez pude pararme y luchar. Amor mío, porque en mi lo serás hoy y siempre... Gracias por enseñarme a vivir por amor y no a morir por él. Gracias por tanta vida, por tantas risas, por tanta compasión ahora ante mi desesperada desolación! Gracias por enseñarme a amar.. Hasta siempre, viviras siempre en mi.